martes, 16 de febrero de 2010

La primera visita

Pues después de más de 3 semanas en Madrid haciendo exámenes, he vuelto de nuevo a Stuttgart.
Llegué el martes, pero no he podido escribir hasta ahora porque vinieron conmigo 3 amigos: Víctor, Gonzalo y Luisma. La verdad es que los 4 días que han estado aquí se han pasado bastante rápidos...
Ahora mi habitación está silenciosa, sin ronquidos ni risas que despertarían a la bella durmiente; tampoco hay nadie que inesperadamente me pegue un cojinazo o me tire una bola de nieve...sniff :'(


Día 1: Martes 9 de febrero

Después de los infernales exámenes, pillamos el vuelo hacia a Stuttgart. Íbamos tropecientos españoles entre los residentes y los visitantes
Cuando llegamos ya quedaba poca nieve porque los días de antes había estado lloviendo. No obstante, esa misma tarde empezó a nevar (y hasta ahora xD) con lo que se ha ido formando una buena capa de nieve. Lo primero, colocar los colchones, uno que había comprado y otro que me dejaron. Como uno era mucho más alto que otro, tendrían que dormir dos de ellos en uno.
Tras hacer algunas visitas de rigor en Internet y comernos una tortilla precocinada y una pizza, nos fuimos al Kaufland de compras. Sólo compramos porquerías xDDDDD


La cena, unas salchichas de las gordotas :p


Era martes, así que no había mucha cosa para salir de fiesta y nos fuimos con el resto de españoles a la cocina de Rober donde estuvimos tomando algo y hablando sobretodo con Iris, fuente inagotable de cotilleos xDDDD
A las 2 ó 3 de la mañana nos fuimos a la cama, bueno o lo intentamos, no sin que Gonzalín, hiperactivo por naturaleza, se dedicara a tocar los huevos durante alrededor de una hora tirándome los DVDs o lo que pillaba de por medio. Claro, tuvimos que hacerle varios bollos para que se estuviera quieto xDDD
En medio de la noche Luisma tuvo que dejar el colchón y ponerse en el suelo porque era incapaz de dormir al lado de Víctor y sus ronquidos xDDD


Día 2: Miércoles 10 de febrero

Íbamos a ver algunas ciudades alrededor de Stuttgart, así que nos pusimos la alarma a eso de las 11:00, pero desde las 9:00 por lo menos, el móvil de Víctor estuvo dando por culo y no conseguimos dormir más de 10 minutos seguidos, hasta que Víctor consiguió darse cuenta, en su profundo sueño (y tras unas patadas de Gonzalín), de que no era la alarma la que sonaba, sino la batería baja del móvil ¬¬
Después de desayunar Weetabix (gachas made in Gales by Gonzalo), ducharnos, y dejar que Gonzalín se tirara un rato en Internet, pusimos rumbo a Esslingen am Neckar, un pueblo muy bonito que hay al sudeste de Stuttgart.


Subimos a la muralla que hay arriba, con unas vistas muy bonitas y, como la nieve empezaba a acumularse, empezamos una guerra de bolas de nieve, aunque poco se conseguía con el polvo nieve que cae aquí :p
Después nos metimos a comer en una hamburguesería de allí, donde probamos las salchichas al curry y el pollo asado. Y de postre unos bretzels, típicos del sur de Alemania.
Por la noche habíamos quedado para salir de fiesta por Tübingen, pero ya era demasiado tarde para ver la ciudad, porque tardábamos un par de horas en llegar y no tardaría en anochecer (Nota mental: aquí anochece muy pronto); así que decidimos irnos a Ludwigsburg a ver su castillo.
Ya casi había anochecido cuando llegamos, y mientras nos perdíamos un poco por la ciudad para buscarlo, seguimos con la guerra de nieve. Aunque esta vez se aliaron los tres contra mí ¬¬
El palacio era muy grande, aunque ya lo vimos de noche, y los jardines enormes, con los lagos congelados.



Al volver hacia el S-Bahn, nos hicimos un par de fotos en una especie de marquesinas que había en la calle y desde las que podíamos enviarlas por mail, aunque no nos han llegado :s
Nos fuimos a cenar al kebap que hay en el S-Bahn de Standtmitte. 3 grandes yufkas bien repletas.
Después enfilamos hacia Hauptbahnhof camino a Tübingen.
Una vez allí tuvimos que esperar unos 15 minutillos a que llegaran el resto de españoles en otro tren y que montaron el típico botellón en la propia estación :p
Tras media horita tomando algo allí, nos fuimos a la discoteca a la que habíamos ido, la única abierta en todo el pueblo: el Top10. Pero...no nos dejaron entrar. Tras casi una hora de discusión los mamones de los puertas (entre los que había un alemán con madre alicantina) nos largaron de malas formas porque decían que estábamos muy borrachos (mentira, alguno había bebido bastante, pero no como para caerse por el suelo) y que nos habían visto potar (esto sí que no). Hubo gente que entró antes de que llegara el grueso del grupo y tuvo que salirse tras haber pagado 4€ por entrar (Nota mental: en Alemania aunque tengas que pagar al entrar a un garito no te dan copa), 1€ por el ropero (creo) y 2'5€ por salir sin consumir nada (WTF?? O.o).
Me pregunto, cómo una discoteca perdida en un pueblo de mierda y que estaba vacía, según nos contaron los que habían entrado, rechazó 30 copas seguras (porque además les dijimos que les pillábamos una copa si entrábamos) y un local repletito. En fin, esto es Alemania.
Eso sí, los puertas nos mandaron a otro garito que supuestamente estaba abierto y en el que podíamos entrar. Toma trola. Garito cerrado.
Por si fuera poco, estaba cayendo una nevada que lo flipas y hacía un fresquete de padre y muy señor mío.


¿Había dicho que el primer tren de vuelta a Stuttgart no salía hasta las 5 de la mañana?
Pues eso, nosotros en la calle congelándonos a las 2 de la mañana y sin tener a dónde ir. Afortunadamente pasaba por allí un muchacho con su "casi-novia" que resultó tener madre madrileña (hablaba perfectamente español, claro) y que se ofreció a enseñarnos algún sitio que pudiera estar abierto.
En esas, la mitad de los españoles se cogieron un taxi de vuelta a Stuttgart (65€ por 6 personas) y la otra mitad seguimos al entusiasta Patrick.
Tras un ratillo caminando encontramos un bar donde cobijarnos y donde nos tomamos unas cervezas a la salud de Patrick :)


A las 4 o así chaparon y estuvimos buscando con el chaval algún que otro lugar, pero no había nada abierto; así que tras una breve visita nocturna por la ciudad, nos fuimos de nuevo a la estación a esperar el tren de vuelta a casa junto a unos valencianos a los que también habían rechazado en el Top10. Unos personajes. El que menos había bebido llevaba una botella de Jack Daniel's que se iba tomando a palo seco. Por no hablar de los porros que junto con el alcohol que llevaban no sé cómo no se caían por las escaleras. "Primate, ¿tienes papel?" xDDD


Día 3: Jueves 11 de febrero

El jueves no nos pusimos la alarma porque estabamos reventados de la noche toledana del día anterior. Así que nos levantamos a eso de la 1 de la tarde, con mis DVDs de nuevo fuera de su sitio y el enano liante jugando con el iPod ¬¬
Tras conseguir apartar a Gonzalo del ordenador, nos comimos unos macarrones a la boloñesa ricos, ricos que nos preparamos. Nos fuimos a ver Stuttgart ya un poco tarde...
Estuvimos en Feuersee viendo la iglesia tan bonita que hay allí y en el centro viendo los palacios y las plazas de por allí. También hubo tiempo para hacer alguna que otra compra en la Königstraße y para tomarse unas berlinesas :p


De vuelta en casa, estuvimos moneando un rato con el ordenador, duchándonos y cenando unas salchichas al curry made by spanish.


Terminada la cena, nos fuimos al 12B, el edificio de Allmandring donde habían montado una fiestecilla de cocinas esa noche. Estuvimos probando también el Jägermeister, jarabe según Iris xDDDDDD
La fiesta estuvo guapa, y la verdad es que nos lo pasamos bien, amén de los cotilleos de Iris, jajajajaja
Al llegar a casa (enfrente de la fiesta :p), Gonzalín tuvo otro ataque de hiperactividad y mientras Luisma se desesperaba, yo me despollaba xDDD
Finalmente Víctor y Luisma se quedaron dormidos y con el fondo de la sinfonía de ronquidos Gon y yo nos pusimos a darnos almohadazos :p




Día 4: Viernes 12 de febrero

Una hora después de dormirnos nos pusimos en pie (a las 6 de la mañana) porque ese día habíamos programado irnos a ver dos bonitas ciudades más apartadas de Stuttgart: Heidelberg y Ulm. Que además están en direcciones opuestas :p
Así que con las legañas todavía sin quitar nos fuimos al S-Bahn a pillar nuestro Länder-Ticket, un billete para viajar por la red de cercanías de todo el estado (en nuestro caso Baden-Würrtemberg) que nos costó 28€.
Desde la parada de Universität nos fuimos en S-Bahn a Hauptbahnhof a coger el RE (Tren Regional Express) que iba a Heilbronn, donde haríamos escala para coger el RE hacia Heidelberg, llegando a las 9:09 AM. Eran las 7:00 AM.
Pues bien, estábamos nosotros tranquilamente en nuestro tren hacia Heilbronn con nuestro maravilloso billete, cuando llegó la supervisora. Cuál fue nuestra sorpresa cuando nos dijo que nuestro billete no valía porque era a partir de las 9:00 AM. Cómo nos vio cara de fliparlo, en vez de ponernos una multa nos dijo que debíamos bajarnos en la siguiente parada o.O
Tocó bajarse entonces en Besigheim a las 7:30 AM. Con la nevada que estaba cayendo también ese día y el frío que hacía (Nota mental: en todas las estaciones que he visitado por ahora, poco sitio hay para resguardarse del frío, porque están a la intemperie o corre una corriente que no veas).
Bueno, pues replanificamos nuestra ruta para coger un RB (Tren Regional) de vuelta a una estación anterior, Bietigheim-Bissingen, desdedonde  cogeríamos un nuevo RE que haría una ruta diferente al primero y llegaríamos a Heidelberg a las 9:49 AM.
Nos tomamos un chocolate aguado caliente en una panadería que había en la estación y cogimos el primer tren, donde no tuvimos problemas porque era sólo una estación.
En el segundo, siendo las 8:35 y sabiendo que íbamos de ilegales, nos metimos en el primer vagón y estuvimos atentos a cuando viniera la revisora.
Pero Víctor necesitaba pasar al baño, así que se fue al vagón de al lado. Entonces apareció la revisora por el piso de abajo y Gon, Luisma y yo nos escabullimos sibilinamente por el piso de arriba hacia el lado por el que ya había pasado. Pero...pilló a Víctor. Éste le dijo que tenía que ir a buscar el billete y se largó, pero la revisora le vino buscando y nos encontró a todos (muerte a Víctor ¬¬).
Total, a las 8:45 nos encontrábamos de nuevo en la calle, con un frío de pelotas y teniendo que replanificar nuestro viaje.
El nuevo pueblo era Sachsenheim. Teníamos dos posibilidades para ir a Heidelberg. La primera, cogiendo un RE a las 9:13 con dos escalas, en Bietigheim-Bissingen (sí, justo de donde veníamos xDDD) y en Bad Friedrichshall-Jagstfeld; la segunda, cogiendo un S-Bahn a las 9:15 hasta Karlsruhe-Durlach y luego otro hasta Heidelberg.
Nos decidimos por la primera opción, simplemente porque venía primero :p
Sin embargo, avisaron de un retraso de 20min en el trayecto. En ese momento, pasó el S-Bahn de las 9:15 por la vía de al lado y alguien dijo, "¡es ése!", pero antes de cogerlo miramos el trayecto para comprobar que era el bueno (con nuestro historial, no nos fiábamos). Ttardamos más de 10 segundos, con lo que lo único que hicimos fue observar con cara de tontos cómo se cerraban las puertas y se alejaba el tren que nos llevaba a Heidelberg. Momentos después caímos en que con los 20 minutos de retraso del primer tren no podríamos llegar a la escala de Bietigheim-Bissingen.
Tras llegar allí comprobamos que el siguiente tren directo a Heidelberg era el de las 10:35 , con lo que llegaríamos a las 11:49. Resignados, nos quedamos la hora que nos sobraba deambulando por la estación. Nos metimos en el bar que había allí y, mientras nos tomábamos un café, entablamos conversación con un señor mayor que nos decía, en su deutsch-english, que no era nada común ver españoles allí; así que el hombrecillo cogió y nos invitó a una copa de brandy "Veterano" a cada uno que no nos dejó rechazar xDDD
Con el cuerpo calentito nos fuimos a coger el definitivo tren a Heidelberg.
6 horas después de levantarnos llegamos a la ciudad. Desde donde nos dejó el tren andamos unos kilómetros a la orilla del Neckar (el río que pasa por allí y también por varias poblaciones de alrededor de Stuttgart) y subimos los más de 300 escalones que había hasta el castillo. Yo ya había visto la ciudad, pero nevada es muy bonita también. Estuvimos en total 2 horas en Heidelberg y no pudimos ver el castillo por dentro porque a las 14:10 teníamos que estar en la estación para coger el tren camino a Ulm, haciendo escala en Stuttgart.
Llegamos a Stuttgart y nos fuimos echando leches a Standtmitte para comprar la cena en el kebap en los 20 minutos que teníamos de escala (y encima el turco con una pachorra...). Corriendo de nuevo llegamos a Hauptbahnhof, donde resultó que el tren de las 16:02 se había cancelado y tuvimos que coger el de las 16:32.
Llegamos a Ulm prácticamente de noche, a las 17:48. Nos dimos una vuelta por la ciudad, coincidiendo con los carnavales de allí, y vimos la impresionante torre de la catedral, la más alta del mundo con más de 160 metros, iluminada por unos potentes focos que le daban un aspecto sobrecogedor.
Finalmente, tras hacer unos angelitos de nieve, nos volvimos a casa. Según llegamos nos fuimos a comprar al Kaufland para montar una fiestecilla española en mi cocina.
Nos hicimos dos tortillas de patatas buenísimas y Ángel, Miguel y la italiana Electra colaboraron con un asado de pollo rico, rico. Iris también se unió a la cena para contarnos sus anécdotas :p
Además, habíamos comprado para hacer 20 litros de sangría, una botella de Jägermeister y 4 cervezas. Aquí se ha quedado todo al final excepto la mitad de la sangría xDDDD


Día 5: Sábado 13 de febrero

El día anterior nos acostamos tarde jugando al poker y recogiendo las cosas para que estos tuvieran las maletas listas.
Su vuelo salía a las 6:45 AM, así que al final dormimos sólo una hora :p
Pillamos el S-Bahn justitos, justitos, como siempre xDD
Una vez en el aeropuerto, tras hacer el check-in, me despedí de ellos y me volví a casa, donde me quedé durmiendo toda la mañana.


En fin, se acabaron las vaciones y la fiesta por el momento...
Pero os invito a otra visitilla en la Frühlingsfest :)

Un saludo

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